Mi religión: hacer el bien.

En tiempos de cuestionamiento sobre lo que hemos venido haciendo como raza humana, quisiera encontrar y entender las razones que nos han llevado a actuar con egoísmo y violencia. Acaso son el resultado del principio de búsqueda de bienestar propio e intereses individuales? No sería mejor e ideal buscar el beneficio propio a través de la colectividad? Para razonar de ésta última manera, me doy cuenta que el camino más corto es educar en amor, en tolerancia, respeto y cooperación. Abolir por completo el concepto de competitividad por el que se rige nuestra sociedad actual. 

En tiempos en que la religión es un factor que motiva guerras, en tiempos en los que la sociedad le ha otorgado más valor a externalidades que rivalizan con la naturaleza pura del ser, es inevitable sentir desolación. Cuándo dejó de ser más importante cultivar el yo, desde todas las facetas que le engrandecen y le vilculan entrañablemente con la tierra donde habitamos, aire, agua, fuego, universo. Me declaro panteísta, encuentro divinidad en todo cuanto existe. Dios está allí, es la conciencia universal que todo lo conforma, es la Fuente de la que todo proviene y existe. Mi religión es el amor, energía cohesiva y creadora. 

Cuando entendamos que queriendo y haciendo el bien para todos es la vía hacia la paz, entonces forjaremos un mundo en equilibrio con nuestra madre tierra, con nuestros hermanos, animales, naturaleza. Solamente dando y recibiendo amor de manera general en la población, alcanzaremos evolucionar a una raza de seres humanos menos primitiva. 

-La paz sólo nos puede llegar como consecuencia natural de una iluminación universal-. Nikola Tesla.