La sucesión Fibonacci alberga muchos secretos para el entendimiento del universo.

La sucesión Fibonacci alberga muchos secretos para el entendimiento del universo.

El universo obedece a un orden y por supuesto las matemáticas son el pilar de ese orden. Patrones observados en la naturaleza se ciñen a esa armonía, desde el número de pétalos de una flor, las escamas de una piña hasta los brazos de una galaxia.

La serie Fibonacci es la suceción infinita de los números: 0, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233…, donde cada número es la suma de los dos números anteriores a éste.

Historia

Leonardo de Pisa conocido como Fibonacci, un matemático italiano nacido en el año 1175, introduce la secuencia en su libro Liber Abaci a los matemáticos de Europa occidental. Aunque la secuencia fue descrita mucho antes por Virahanka, en la matemática hindú. 

La sucesión Fibonacci en la naturaleza

Una colonia de abejas consiste en una reina, unos cuantos zánganos y montones de obreras. Las abejas hembra (reina y obreras), tienen dos padres, un zángano y una reina. Los zánganos por el contrario, eclosionan de huevos que no fueron fertilizados. Ésto significa que ellos solamente tienen un padre. Por lo tanto, los números Fibonacci expresan el árbol familiar de un zángano que tiene dos abuelos, tres bisabuelos y así sucesivamente. 

El caparazón de un nautilo posee proporciones doradas. Es una espiral logarítmica. 

La sucesión Fibonacci se relaciona con el número áureo, phi (Φ,φ). La divina proporción ó número áureo, es usado para describir espirales en patrones de la naturaleza, lo describiré más adelante en otra entrada. 

Nota: Observa alrededor tuyo y agradece por la perfección del universo.

-Mira profundamente en la naturaleza, entonces, entenderás todo mejor-. Einstein.

 

 

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