DMT la «molécula espiritual»

DMT la «molécula espiritual»

Relato de una experiencia reveladora.

Sábado 1 de octubre, 2016.

Segundo día.

Me encuentro en un retiro espiritual en Barichara, Santander- Colombia. Ha significado una experiencia reveladora. Estoy muy agradecida por este momento. He llegado a éste lugar al encuentro con mi destino. Me siento liviana, en paz.

La primera noche hemos conocido a los integrantes del grupo que nos acompañará durante toda la experiencia; sus intenciones, interrogantes y motivos para estar aquí. Ha iniciado la ceremonia, la preparación de la medicina, ayahauasca ó yagé, acompañada de hermosos cánticos. Las mujeres hemos bebido primero.

Durante los primeros minutos la ayahuasca va tomando posesión en mi cuerpo y mente. Imágenes majestuosas de la naturaleza ocupan mi pensamiento, la inmensa sabiduría ancestral se revela a través de cada una de las células de mi cuerpo y mis neuronas lo traducen en un lenguaje del que interpreto soy uno con el cosmos.

Después de unos minutos, observo formas geométricas en la vegetación, mandalas en el césped, los árboles en completa perfección y armonía geométrica. Todo emana energía y luz. Poco después, camino en la vegetación, veo los espíritus de la naturaleza, siento respeto hacia lo desconocido. Danzan las imágenes con la bella música interpretada por nuestros guías. 

De regreso en la maloka, recostada en mi esterilla, profundizo mi viaje interior dando paso a la ayahuasca a guiarme; ella muy gentil, me muestra la realidad, mis ancestros, mi familia, me manifiestan tanto amor. Siento felicidad y amor infinito. Gozo, paz, indescriptibles, éxtasis. Nirvana. Nuestro creador, conciencia cohesiva y creadora. Todos somos uno.

Nuestra madre tierra, sufrida y benévola Pacha Mama, Gaia, equilibrio y perfección. Opuestos. Todo es perfecto. El amor es la magia de la creación. Ahora sé quien soy, sé mi misión; ser compasiva, dar amor, sin juzgar, sin condiciones, inmensamente. El universo está en mí, mi misión es honrarle con mis pensamientos, emociones y acciones. Su amor actúa en mi, soy uno con él, me debo a él; majestuosa creación.

-Ayahuasca, yagé o Nishi Cobin es una bebida utilizada por los pueblos indígenas amazónicos, elaborada a partir de la combinación de dos plantas: la liana Banisteriopsis caapi con otras plantas, en particular los arbustos Psychotria viridis, Diplopterus cabrerana y Mimosa hostilis-. (Wikipedia, la enciclopedia libre)

El componente activo de la ayahuasca es DMT (Dimetil Triptamina), un enteógeno que se encuentra en la naturaleza y ocurre naturalmente en el cuerpo humano así como en muchas otras especies animales y plantas.  

DMT, también conocida como «molécula espiritual», se produce en la glándula pineal ubicada en el centro de nuestro cerebro. La DMT es liberada por nuestra glándula pineal durante Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM), durante el nacimiento, cuando meditamos y soñamos. 

Uno de los psiconautas más reconocidos de la historia reciente, Terence McKenna, estaba convencido de que la DMT era un portal a otra dimensión, donde obtenemos acceso a la verdadera naturaleza de la realidad; un espacio vibratorio, no material, de amorosa energía y potencial ilimitado. Por supuesto, muy lejos de nuestro actual entendimiento del universo. 

De cualquier manera, la teoría de McKenna, no está lejos de lo que ha sido enseñado por nuestros ancestros en las culturas de oriente y las tradiciones chamánicas. 

Podría ser DMT la respuesta para descubrir la verdad acerca de la realidad y la existencia?

Montones de amor,

Laura.

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